
Muchas personas desconocen qué hace exactamente un logopeda o en qué momento es adecuado solicitar una valoración. En Me hablas, centro de logopedia en Murcia, recibimos frecuentemente preguntas como: “¿mi hijo habla menos que otros niños?”, “¿es normal esta disfonía?”, o “¿me puede ayudar un logopeda tras el ictus?”. La respuesta a menudo es sí, pero cuanto antes se actúe, mejor.
A continuación te explicamos de forma clara y sencilla cuándo conviene acudir al logopeda, tanto en la infancia como en la etapa adulta, y qué señales de alerta no debemos pasar por alto.
Señales de alerta en niños
Cada niño tiene su propio ritmo de desarrollo, pero hay hitos del lenguaje que deben cumplirse aproximadamente a ciertas edades. Algunas señales que pueden indicar la necesidad de una evaluación logopédica son:
- A los 12-18 meses: no balbucea, no señala, no responde a su nombre o no muestra interés por comunicarse.
- A los 2 años: dice muy pocas palabras, no forma frases de dos elementos (“mamá agua”), o no se le entiende bien.
- A los 3-4 años: su discurso es ininteligible para personas fuera del entorno familiar, sustituye u omite muchos sonidos, o no usa conectores básicos (“y”, “porque”).
- Presenta dificultades en el aprendizaje de la lectura y la escritura, confunde letras, invierte sílabas o evita leer.
- Habla de forma monótona, sin entonación o con lenguaje muy limitado.
- Respira habitualmente por la boca, tiene la lengua colocada de forma incorrecta o dificultades para masticar y tragar.
Importante: la intervención temprana en logopedia ayuda a prevenir problemas escolares, sociales y emocionales. No hace falta esperar a que “ya sea muy evidente”.
Señales de alerta en adultos
En la edad adulta, los motivos para acudir al logopeda son distintos, pero igual de importantes. Algunas señales frecuentes son:
- Dificultades para comunicarse tras un ictus, traumatismo craneal u otra lesión neurológica.
- Trastornos de la voz: ronquera persistente, fatiga vocal, pérdida de tono, voz temblorosa o voz apagada.
- Problemas de pronunciación que afectan a la vida laboral o personal.
- Tartamudez o bloqueos en el habla que provocan inseguridad.
- Dificultades al tragar (disfagia), especialmente en personas mayores o con enfermedades degenerativas.
- Alteraciones asociadas a enfermedades como Parkinson, Alzheimer, ELA o Esclerosis Múltiple.
La logopedia no solo mejora la comunicación, también ayuda a recuperar autonomía, autoestima y calidad de vida.
¿Y si no estás seguro?
Muchas personas dudan sobre si acudir o no. Nuestro consejo es claro: si hay dudas, es mejor consultar. Una valoración logopédica puede descartar la necesidad de tratamiento o detectar a tiempo una dificultad que se puede trabajar con buenos resultados.
Primera consulta de Logopeda en Murcia
En Me hablas, María Bailo realiza valoraciones personalizadas en consulta en Murcia capital. Si detectas alguna señal en ti, en tu hijo o en un familiar, estaremos encantados de ayudarte.
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